Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación

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Antecedentes

En 1999, luego de varios años de diálogo, la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación (DCDJ) fue firmada por la Iglesia Católica Romana y la Federación Luterana Mundial, afirmando que las iglesias comparten ahora «una comprensión común de nuestra justificación por Ia gracia de Dios mediante Ia fe en Cristo». Reconocieron que las condenas relativas a la doctrina de la justificación establecidas por el Concilio de Trento y las confesiones luteranas no se aplican a las enseñanzas católicas y luteranas sobre la justificación expuestas en la declaración.

La DCDJ estableció este «entendimiento común» a través del método del consenso diferenciado. Este método hace posible tanto la expresión de las diferencias como de los consensos, situando las diferencias remanentes dentro de una convicción compartida de una profundidad aún mayor. La DCDJ presenta las diferentes tradiciones teológicas, pero las considera, desde el punto de vista de un entendimiento común, como diferencias de énfasis y no de fondo. El proceso de asociación
La DCDJ celebra este consenso sobre la comprensión de la justificación por la gracia de Dios como un valioso paso en el camino hacia la unidad de las personas cristianas. Por este motivo, la Iglesia Católica Romana y la Federación Luterana Mundial invitaron a otras iglesias y a otros organismos ecuménicos a asociarse a la Declaración Conjunta.

En 2006, el Consejo Metodista Mundial y sus iglesias miembros afirmaron su acuerdo doctrinal fundamental con la enseñanza expresada en el documento y se asociaron a la Declaración Conjunta. En 2016, el Consejo Consultivo Anglicano «acogió con satisfacción y afirmó la esencia de la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación.»

Respuesta de la CMIR
La Asamblea General de Unificación, reunida en Grand Rapids, Michigan, Estados Unidos, en 2010, recomendó: «Realizar una consulta al seno de la CMIR para considerar la posibilidad de asociación a la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación».

El tema fue discutido en las reuniones posteriores del Comité Ejecutivo de la CMIR. En su reunión de mayo de 2016 en La Habana, Cuba, el Comité Ejecutivo recomendó aceptar con alegría la invitación a asociarse con el DCDJ. De acuerdo con el principio reformado, “ecclesia reformata, semper reformanda secundum verbum dei” («iglesia reformada, siempre reformándose de acuerdo con la Palabra de Dios»), el Comité Ejecutivo abrazó la nueva realidad ecuménica que este acuerdo promete. Al mismo tiempo, el Comité resolvió que la Declaración de Asociación debe hacer hincapié en la conexión entre la justificación y la justicia como contribución Reformada para el diálogo ecuménico futuro sobre la comprensión de la Justificación.

A partir de varias rondas de redacción, puesta en común y reelaboración, un pequeño grupo de teólogos y teólogas, en consulta con la membresía de la Comunión, elaboró una declaración de asociación, que fue firmada en Wittenberg durante la Asamblea General de 2017.