Justicia de género

La justicia de género no constituye sólo una preocupación para las mujeres, sino que es una cuestión que concierne a todas las personas. La justicia de género es un elemento fundamental para la iglesia y para la sociedad.

La justicia de género incluye:

  • Relaciones justas y correctas
  • Mutuo respeto y responsabilidad
  • Respeto por la creación y por el derecho de todas las personas a vivir la vida en toda su plenitud.

La justicia de género aborda:

  • La injusticia económica y de género
  • La violencia basada en el género
  • Un amplio rango de problemáticas sociales que tienen su raíz en relaciones de poder desiguales.

La justicia de género busca enfrentar y desmantelar el patriarcado, que controla el trabajo, la sexualidad y la fertilidad de las mujeres. El patriarcado también estereotipa y margina a los hombres, que han sido socializados en creencias y en valores profundamente arraigados sobre cuáles deben ser sus roles. El patriarcado define la masculinidad como muestra de valentía, virilidad, agresividad, dominación, competitividad y represión emocional.

Con frecuencia los hombres son socializados para que no asuman sus emociones, sus temores y sus vulnerabilidades. A los hombres les interesa cambiar estos estereotipos para ser mejores hijos, padres, hermanos, compañeros, amantes y seres humanos.

La justicia de género requiere que todos los géneros trabajen conjuntamente en espíritu de compañerismo.

La justicia de género es también parte integral de nuestro crecimiento espiritual y debe ejercerse en nuestra correcta relación con Dios. Las perspectivas de género nos invitan a examinar y a desentrañar las relaciones de poder en toda la amplitud de las identidades de género, con especial atención a las personas en la intersección de género y raza, color, sexualidad, clase, discapacidad, pobreza y casta.

Declaración de fe sobre la ordenación de mujeres

En la Asamblea General del año 2017, celebrada en Leipzig, Alemania, la CMIR adoptó una Declaración de Fe sobre la Ordenación de Mujeres, que comienza: «Dios, a través del Espíritu Santo, llama a mujeres y hombres a participar plenamente en todos los ministerios de la iglesia.»

Política de justicia de género

En su compromiso con la justicia de género, la CMIR ha desarrollado una Política de Justicia de Género que nace de una visión de lo que Dios quiere que seamos y del propósito y de los objetivos de esta nueva manera de ser. Basada en el respeto por el cuerpo, la política de justicia de género fomenta la salud y la integridad física, emocional y espiritual. Dios se alegra cuando celebramos la espiritualidad en un espíritu de santidad e integridad.

Esta Política se aplica a la CMIR y a su personal ejecutivo y se recomienda su aplicación a sus iglesias miembros. Sólo tendrá éxito si cada persona y cada iglesia asume la responsabilidad de su aplicación.