Cultivar una comunión justa

Al vivir el llamado de Dios a la comunión, la CMIR se compromete firmemente con la justicia

Nuestra comunión nace de las contribuciones de todas las personas de fe y, por ende, busca incluir personas y perspectivas desde toda la rica diversidad de la Comunión en cada aspecto del trabajo conjunto.

Solidaridad con los miembros

Las iglesias asumen muchas veces voces proféticas, sobre todo ante las injusticias y en medio de los conflictos.

La CMIR acompaña a sus iglesias miembros, solidarizándose con ellas, socializando esas voces globales en oración, proveyendo recursos críticos, concientizando sobre situaciones menos conocidas y generando redes de apoyo.

Los miembros de la CMIR representan a más de 100 millones de personas cristianas de más de 230 iglesias miembros en 109 países en todo el mundo.

Las iglesias miembros se agrupan en regiones geográficas, varias de las cuales cuentan con concilios de área. Los concilios de área desempeñan un rol fundamental en el fortalecimiento de la comunión entre las iglesias, ofreciendo espacios para el diálogo y para la acción.

Participación plena y justa

Nuestra visión de una comunión justa es aquella en la que quienes detentan el poder ceden su autoridad y abrazan conscientemente los cuerpos y escuchan las voces de las personas que han sido excluidas de la plena participación en la comunidad.

La CMIR se manifiesta expresamente abierta a ser desafiada y enriquecida por el compromiso de:

  • las personas jóvenes y adultas jóvenes
  • las mujeres
  • los pueblos indígenas
  • las personas discriminadas por motivos de raza
  • las y los dalits y las minorías étnicas
  • las personas con discapacidad
  • las personas que integran la comunidad LGBTQ