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A partir de una reflexión teológica sobre el tema de la 11ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Comunión Mundial de Iglesias (CMIR) invita a todos y a todas: «¡Ven, únete a la danza divina!».

El tema de la Asamblea es «El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad». Está «directamente inspirado en 2° Corintios 5:14 y con raíces en el corazón mismo del Evangelio, que ofrece al mundo la profundidad y la maravilla del amor del Dios, la Santa Trinidad. Su fundamento es el propio diseño divino para la unidad y la reconciliación de todos y todas, un diseño que se hizo visible en la encarnación del amor de Dios en Jesucristo», afirma el CMI en una introducción al tema.

«La reflexión sobre el tema busca ofrecer a nuestras iglesias miembros y al movimiento ecuménico global una reflexión teológica específicamente reformada sobre las cuestiones planteadas en el tema», dijo Philip Vinod Peacock, responsable de Testimonio y Justicia de la CMIR. «Es decir, una reflexión específicamente surgida desde los márgenes».

Los veinte teólogos y teólogas, líderes y lideresas de iglesias y activistas reunidos por la CMIR reflexionaron sobre el tema «como la invitación de Dios a una danza».

Cantamos en nuestras propias lenguas, bailamos a nuestro modo, con los cuerpos que habitamos; tejemos un tapiz de movimiento, de sonido, de respiración. Es una danza que es adoración con todo nuestro corazón, nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra vulnerabilidad. Es Dios, Creador, Redentor y Reconciliador, quien nos invita a esta danza con toda la creación, donde cada quien recibe una bienvenida, la invitación a participar y donde todos y todas pertenecen. Esta es la danza que crea un espacio seguro, alegre y transformador (chora). Al utilizar la metáfora de la danza incluimos todas las formas de movimiento, incluida la respiración, reconociendo que para algunas personas el movimiento físico puede ser un reto. Nadie queda fuera de esta danza.

Sin embargo, la invitación a la danza viene con una advertencia: «La coreografía de la danza refleja las realidades que vive el pueblo de Dios: un mundo de violencia, de creciente desigualdad e inequidad, de discriminación, de racismo, agravado por las guerras, por la pandemia, por las renovadas tensiones mundiales en un clima de nueva Guerra Fría y por los intentos de erosionar los derechos logrados con mucho esfuerzo».

A partir de varias secciones -Cristología, Amor, Reconciliación, Unidad y Movimiento- la reflexión invita a las y los lectores «invita a escuchar las voces de quienes están en los márgenes, a responder con amor y a actuar hacia la reconciliación para la unidad en toda nuestra magnífica diversidad.»

Concluye con una convocatoria a las Iglesias que incluye:

  1. Estar comprometidas, en todo sentido, con la justicia transformadora.
  2. Estar arraigadas en el amor de Dios que nos es mediado en y por Cristo.
  3. Ser y llegar a ser la comunidad amada de Cristo manifestando los dones de la reconciliación y de la unidad que son deberes del amor de Dios.
  4. Llegar a ser un acontecimiento evangélico por su testimonio del Cristo que reside en los márgenes.
  5. Estar allí donde debe estar: junto a las personas quebrantadas y a la creación que gime, sufriendo la brutalidad de los regímenes autoritarios y de sus corporaciones financiadoras.

«La asamblea ofrece una oportunidad para que la iglesia global se reúna para discernir la dirección que debe tomar el movimiento ecuménico», expresó Peacock. Por ende, la reflexión se pone a disposición de todas las iglesias miembros de la CMIR, especialmente de aquellas que envían delegaciones a la Asamblea del CMI, así como del movimiento ecuménico en general.

La reunión fue organizada de manera conjunta por la Iglesia Presbiteriana de Corea y la Iglesia Presbiteriana de la República de Corea y tuvo lugar la última semana de junio en Seúl.

La 11ª Asamblea del CMI se desarrollará en Karlsruhe, Alemania, del 30 de agosto al 8 de septiembre de 2022.