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Una Consulta realizada sobre el tema de la Resistencia a las culturas de discriminación, autoritarismo y nacionalismo «ha considerado que este es un momento kairos en el que Dios ha lanzado un desafío para una acción decisiva. La respuesta teológica adecuada en este momento amerita un status confessionis«.

La consulta fue convocada a partir del surgimiento de ideologías racistas que son frecuentemente alimentadas por discursos nacionalistas. «El hecho es que las religiones de todos los matices se han involucrado con ideologías dominantes y que ejercen dominación y han ofrecido las bases ideológicas del racismo y de otras culturas de discriminación», expresó Philip Vinod Peacock, secretario ejecutivo para Testimonio y Justicia de la CMIR.

La consulta reunió a Dalits y Afrodescendientes de las Américas para tratar de rescatar a la religión de la idolatría del poder y el privilegio a partir de teologías e ideologías que se han colocado con toda intención fuera de las estructuras tradicionales de poder.

Reunido inicialmente en Bangalore, el grupo pudo compartir la realidad Dalit en India. El contingente visitó los Campos de Oro de Kolar, donde los Dalits trabajan en condiciones extremas, y una comunidad Dalit en la propia ciudad. Dos activistas dalit, Ruth Manorama y Alphonse G. Kennedy, ayudaron a profundizar la comprensión de la realidad a través de historias de resistencia.

La consulta luego se trasladó a Bangkok, Tailandia. Allan Boesak, a través de Skype, presentó el discurso de apertura: «La humanidad completa requiere libertad, ser reformada, anhelante de justicia, luchando por la libertad, permaneciendo en dignidad».

A partir de lo aprendido durante la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, Boesak dijo: «Podríamos hablar hoy de un fenómeno llamado ‘apartheid global’, que incluye la explotación socioeconómica y las inequidades, la exclusión política, la discriminación racial y étnica, así como la injusticia de género y la opresión heteronormativa”.

«El elemento común aquí es la naturaleza sistémica, violenta, generalizada y totalitaria de esa opresión … En un sentido más claro, el ‘apartheid global’ se entiende mejor en la expresión global que abarca todo de lo que llamamos ‘imperio’, una realidad que ya no debemos permitirnos mantener ajena a la discusión.

Luego continuó: «aunque en Sudáfrica fuimos serios y efectivos en nuestro compromiso en señalar la perversión de la tradición reformada que era expuesta en la teología del apartheid, no captamos las vastas ramificaciones del concepto de imperio no solo en relación con el racismo blanco y su violento ataque sobre la humanidad negra, sino en relación a la supremacía blanca y al privilegio blanco como funciones esenciales e indispensables del imperialismo blanco y cristiano global».

«Que se ha abusado de la tradición reformada para justificar la opresión es algo indiscutiblemente cierto, pero no es lo más significativo. Más importante es el hecho de que esa misma tradición ha dado lugar a la resistencia teológica, social y política», dijo Boesak. «Esto pone en evidencia el modo y la medida en que la tradición reformada, entendida correctamente, ha ayudado a las personas oprimidas a reclamar su agenda y a abrazar su tarea histórica de luchar por la libertad, la justicia y la dignidad».

Las presentaciones fueron desarrolladas por Kerri Allen, Michael Blair, Iva Carruthers, Joseph Prabhakar Dayam, Aruna Gogulamanda, Nikhila Henry, Billy Michael Honor, Jayachitra Lalitha, Michael Livingston, Deenabandhu Manchala, Monica Melanchthon, Immanuel Nehemiah, Satvasheela Pandhare, Peniel Rajkumar, Vasantha Rao, Rodney Sadler, Anne Smith, Mitzi Smith, James Elisha Taneti and Karen Georgia Thompson, además de Chris Ferguson, secretario general de la CMIR, y Hanns Lessing, secretario ejecutiva de Comunión y Teología de la CMIR.

Estos aportes, junto con las experiencias en la India, permitieron a los y las participantes de la consulta afirmar que, “al contrastar las luchas por la justicia, la igualdad, la equidad y la dignidad en el contexto del fenómeno mundial actual de versiones excluyentes del concepto de nación, quedó claro que éstas están conformadas por los recursos religiosos y culturales dominantes y que ejercen dominación, que incluyen la política del miedo, la xenofobia y el odio, la demonización de las minorías religiosas y étnicas y de las comunidades oprimidas, la supresión de los derechos y las libertades bajo el pretexto de amenazas inventadas a la seguridad nacional, el desarrollo de políticas que abogan por la integración nacional y el absoluto desprecio por las instituciones democráticas. Creemos que esto es perjudicial no solo para las personas marginadas sino también para la integridad moral de nuestro mundo».

«Concluimos que tal deshumanización, denigración y devaluación de cualquier ser humano es pecado. Tal comportamiento viola la fe cristiana que afirma que todos los seres humanos son creados igualmente a imagen de Dios” (Génesis 1: 26-27).

«Entendemos que nuestra fe debe enfatizar que tenemos un llamado a tratar a toda la humanidad como vecinos, del mismo modo en que desearíamos ser tratados (Levítico 19: 18b; 33-34), que somos llamados y llamadas por Dios a intervenir en nombre de los demás cuando se encuentra en necesidad (Lucas 6: 27-31), y que el modo en que tratamos a quienes consideramos más pequeños entre nosotros y nosotras, evidencia nuestro pacto cristiano con Dios y con los demás (Mateo 25: 31-46)».

«Por lo tanto, hacemos un llamado a la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas para que actúe de inmediato, implementando el programa y comprometiendo el proceso hacia un status confessionis«, solicitud que será tomada por el Comité Ejecutivo de la CMIR.