Dos «generaciones» de activistas de GRAPE (por sus siglas en inglés) mantuvieron un encuentro Windhoek, Namibia, durante la primera semana de mayo con la finalidad de perfeccionar y profundizar las campañas de sensibilización en Kenia y en Sudáfrica, fortaleciéndolas para poder aplicarlas activamente.
El programa GRAPE – Plataforma Reformada Global de Incidencia para el Compromiso – fue creado por la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) para enfrentar la enormidad y complejidad de la injusta situación económica sumada a la crisis climática a partir de la creación de redes de activistas en la iglesia y en la sociedad civil.
«GRAPE ha comenzado con dos proyectos en Kenia y en Sudáfrica que demuestran la necesidad crítica de reunir al liderazgo eclesial con activistas de la sociedad civil y con personas expertas en políticas de acción por la justicia social para aprovechar esa fuerza en aras de la implementación del cambio antes de que sea demasiado tarde», expresó Muna Nassar, secretaria ejecutiva de misión e incidencia política de la CMIR.
En Kenia, el equipo de GRAPE trabajará con el gobierno y con diversas partes interesadas para garantizar que en el año 2028 cada persona tenga garantizados 50 litros de agua potable limpia y segura o una compensación equivalente en dinero.
En Sudáfrica, el equipo GRAPE unió sus fuerzas a la campaña nacional para la introducción de un ingreso básico universal para todas las personas de entre 18 y 59 años para el año 2028.
En Namibia, la primera tanda de alumnos y alumnas del GRAPE 2023 se reunió con las personas participantes recién seleccionadas. En cada uno de sus cinco primeros años, se selecciona una nueva «escuela» de personas dispuestas al aprendizaje, basado en el trabajo realizado por quienes participaron anteriormente, ampliando así las plataformas de compromiso. También se entregaron certificados de graduación al primer grupo.
Un aspecto crucial de la formación fue reconocer mejor las vinculaciones entre la crisis climática y las campañas de sensibilización. Esto se puso de manifiesto en el desafío que las personas participantes de Kenia tuvieron que sortear para llegar a su aeropuerto luego de las devastadoras inundaciones que afectaron el país.
El equipo sudafricano se enfrenta a unas elecciones históricas hacia finales de este mes y las está aprovechando para llevar el tema del Ingreso Básico Universal a las iglesias y al dominio público.
«Las inundaciones y la pérdida de vidas y de medios de subsistencia en Kenia por causa de la crisis climática y de las incertidumbres y del aumento de la pobreza y de la desigualdad en Sudáfrica, con un Estado cada vez más debilitado, pueden fácilmente derivar en la desesperación», afirmó Claudia Haarmann, responsable de proyectos del Instituto de Investigación de Política Económica de Sudáfrica (EPRI) y formadora de GRAPE. «No obstante, la reflexión teológica durante el taller fue de inspiración para reconocer cómo llevar esperanza a este mundo, apuntando a la “insensatez” de nuestra fe, que no se rinde y que quiere trabajar por un cambio tangible».
GRAPE es posible gracias al apoyo de Pan para el Mundo y del Otto per Mille.