Ordenación de mujeres
La Comunión Mundial de Iglesias Reformadas se encuentra particularmente comprometida con la justicia de género y con la plena y justa participación de las mujeres en todas las áreas de la iglesia y la sociedad.
En la Asamblea General del año 2017, celebrada en Leipzig, Alemania, la CMIR adoptó una Declaración de Fe sobre la Ordenación de Mujeres, que comienza: «Dios, a través del Espíritu Santo, llama a mujeres y hombres a participar plenamente en todos los ministerios de la iglesia.»
Esta declaración da testimonio de nuestra convicción de que las mujeres y los hombres fueron creados igualmente a la imagen de Dios y que por lo tanto deben ser tratados con igual respeto y dignidad. Da testimonio de la profunda unidad de todas las personas bautizadas.
Da testimonio de nuestra experiencia durante siglos de que Dios ha llamado tanto a mujeres como a hombres a los ministerios de liderazgo espiritual, concediéndoles los dones y la gracia para llevar a cabo esos roles. En algunos de los contextos culturales en los que viven nuestras iglesias hoy en día, esta declaración va en contra del ethos predominante. Así, los cristianos y cristianas fieles a menudo son llamados a ser contraculturales.
La integridad teológica y la justicia exigen que las iglesias de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas manifiesten valientemente su compromiso de asegurar que tanto las mujeres como los
hombres tengan el mismo derecho a su incorporación común en el cuerpo de Cristo en el bautismo y servicio.
Las iglesias miembros de la CMIR prometen que su práctica común será acoger en el ministerio ordenado a las mujeres que experimenten ese llamado y que demuestren los dones necesarios para el liderazgo y el servicio en los ministerios de la iglesia. Su ubicación y cualquier compensación se determinarán sobre la misma base que para los hombres.
Las iglesias de la CMIR se comprometen ahora a que su práctica común sea recibir en
el ministerio ordenado a las mujeres que experimentan ese llamado y que demuestren los
dones necesarios para el liderazgo y el servicio en los ministerios de la iglesia. Su
contratación y cualquier compensación se determinarán en la misma base que para los
hombres.
La CMIR también apoya a las mujeres que están trabajando para convertirse en ministras a través de su Fondo de Becas de Educación Teológica para Mujeres del Sur y reconoce a las mujeres destacadas a través del Premio Sylvia Michel.
La CMIR les brindará apoyo y acompañamiento a aquellas iglesias miembros que aún no ordenan a mujeres como ministras en tanto consideran esta declaración.