La llegada sin precedentes de miles y miles de refugiados a Europa dio pie a que la Asamblea de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas en Europa, CMIR Europa, creara el «Grupo de Trabajo para la Migración y los Refugiados» con el objetivo de encontrar respuestas adecuadas a la crisis.
Las respuestas incluyen profundas reflexiones teológicas sobre la migración, involucrando diálogos acerca de las relaciones cristiano-musulmanas, trabajando en equipo con iglesias del Medio Oriente, compartiendo estrategias según los diferentes contextos y materializando todo en acciones concretas de solidaridad.
El grupo de trabajo visitó Hungría y Grecia para ser testigos de primera mano de las respuestas dadas por las iglesias miembro. También escucharon a otros miembros europeos, incluyendo aquellos que participan en el grupo de trabajo, el cual está compuesto por personas provenientes de diversos países.
He aquí algunos ejemplos de lo que se compartió:
- La Iglesia de Escocia ha hecho un esfuerzo ecuménico para acoger e integrar a los refugiados que han llegado a Escocia; de los 5,000 que han sido admitidos hasta el momento en Reino Unido, 2,000 se encuentran en Escocia.
- La Iglesia Valdense en Italia ha sido de las primeras en cuanto a ayudar a los refugiados se refiere, y su sínodo recientemente aprobó una resolución para llevar a sus púlpitos enseñanzas teológicas sobre acoger refugiados.
- Con políticos de la derecha resistiéndose a las políticas del gobierno sueco para aceptar a miles de refugiados, la Iglesia Unida de Suecia participa en un grupo ecuménico (que incluye ortodoxos y católicos) para contraargumentar estos intentos, así como para apoyar a las iglesias con las cuestiones de inmigración.
Después de la reunión en Grecia, el grupo de trabajo emitió una declaración preliminar ante los miembros de la CMIR Europa, de la cual se desprende lo siguiente:
La llegada de cientos de miles de refugiados en Europa a partir del verano del 2015 ha creado una situación que pone a prueba a todas las iglesias de Europa. Vemos mujeres y niños, hombres y ancianos huyendo de la guerra, la pobreza y la persecución; todos los días hay personas que ponen en riesgo sus vidas buscando en Europa supervivencia, paz y justicia; a diario las noticias nos muestran personas ahogándose en el mar Mediterráneo, mujeres y niños siendo traficados, el terror atacando Europa, la retórica llena de miedo utilizada para beneficio político y las imágenes de devastación y crímenes en Siria, lo que se ha convertido en parte de nuestra realidad aceptada.
No podemos y no aceptaremos esto como una realidad, ya que como Iglesias Reformadas proclamamos el Evangelio de Jesucristo y una visión de vida en abundancia para todos (Juan 10:10). La gente que busca refugio no es solamente un desafío ético o político que enfrenta la Iglesia, ellos ponen a prueba a nuestras iglesias a un nivel muy íntimo en cuanto a identidad teológica y misión se refiere. En fiel sintonía con el testimonio bíblico, su llamado y misión, la Iglesia Reformada tiene como tradición el estar comprometida con la vida, la dignidad y el bienestar de los refugiados.
El grupo de trabajo continuará con su labor, incluso invitando a los miembros de la CMIR Europa a profundizar el trabajo en conjunto sobre este tema.