La Comunión Mundial de Iglesias Reformadas ha transmitido en forma verbal y en acción
su apoyo a la Iglesia Betel (La Haya, Países Bajos) en tanto su maratónico servicio cúltico continúa protegiendo a una familia que busca asilo y se enfrenta a su deportación.
Philip Vinod Peacock, secretario ejecutivo de justicia y testimonio de la CMIR, y Hanns Lessing, secretario ejecutivo de comunión y teología de la CMIR, celebraron con esta iglesia el pasado lunes 17 de diciembre.
La Iglesia de Betel ha mantenido un culto constante desde el 26 de octubre. Según la ley holandesa, las autoridades no pueden ingresar a un lugar de culto mientras dure el servicio religioso. La familia armenia Tamrazyan, que presentó una solicitud de asilo inicialmente concedida y luego anulada, se ha refugiado en la iglesia.
«La Iglesia protestante de La Haya respeta las órdenes judiciales, pero se enfrenta a un dilema: la opción entre respetar al gobierno y proteger los derechos de un niño», expresa una declaración en el sitio web de la iglesia. «El propósito del asilo eclesial es proporcionar descanso y seguridad a la familia y ofrecer un tiempo a la familia durante el cual invitamos a las autoridades políticas a discutir con nosotros el destino de la familia».
Durante el culto, Lessing y Peacock expresaron «profunda gratitud en nombre de toda la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas por el cuidado que brindan a la familia Tamrazyan y por el testimonio que brindan al mundo. Estamos con usted con ustedes en nuestras oraciones y les acompañamos con nuestra solidaridad. Su testimonio es un estímulo para las muchas personas dentro de nuestra Comunión que se encuentran desarraigadas y para los muchos miembros de nuestras iglesias que trabajan por un mundo en el que las personas migrantes estén seguras y puedan vivir una vida digna.”
«Su servicio cúltico continuado aquí es una expresión de fe que se vuelve a Dios en una situación en la cual la bondad de Dios pareciera menos visible. El reunirse, orar y compartir son expresiones de su fe en un Dios que está presente en este mundo. Su insistencia en que las acciones injustas de Los gobiernos y de los tribunales no deben tener la última palabra sobre el bienestar de los seres humanos, hace que su culto continuado, en su profunda espiritualidad, se vuelva una expresión muy política.”
«En la mejor tradición de nuestra Iglesia Reformada, ustedes dan testimonio de que, aun en una sociedad secular, las instituciones del estado están bajo la voluntad de Dios. En la experiencia de la persecución y de la migración, nuestras iglesias han aprendido que los gobiernos buscan el bien en tanto protegen a las personas más débiles y salvaguardan el sustento de quienes no están protegidos por su nacionalidad. Este testimonio es tan relevante hoy como lo fue cuando se expresó por primera vez en la historia de nuestra iglesia.”
“Este culto continuado que ofrece protección de santuario a la familia Tamrazyan es un signo muy importante y una confesión de la bondad de Dios. En una situación en la que es difícil creer que las instituciones del gobierno vayan a proteger el bienestar y el sustento de los niños y sus familias, celebrar un culto continuo es un fuerte testimonio de la presencia de Dios en un mundo escandaloso».