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La Asamblea General del 2017 de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) identificó una variedad de desafíos para construir una comunidad más fuerte, incluyendo tensiones culturales y lingüísticas, así como diferentes perspectivas hermenéuticas y teológicas.

La Asamblea se comprometió a que la CMIR “propicie una atmósfera de diálogo y discernimiento en temas de comunidad y diversidad, con espíritu pro consenso donde no haya ganadores ni perdedores, donde nadie sea excluido, donde se les proteja a todos y todas y donde gracia, responsabilidades y desafíos en común se vuelvan valores clave”.

El primer paso en este proceso fue tomado después de la consulta hecha a finales del 2017 en Chennai, India, bajo el tema “Reforzando la comunión: comunión y sexualidad humana”.

La consulta fue organizada por la Iglesia del Sur de la India y congregó a representantes de iglesias miembro que reflejaron la diversidad de perspectiva con relación a este tema. Los participantes fueron invitados a comprender y abordar diferencias y, a la par, buscar justicia como entendimiento de la comunión que une a todos y todas en una misma misión y servicio.

Según Samuel Ayete-Nyampong, miembro de la Iglesia Presbiteriana de Ghana y uno de los vicepresidentes de la CMIR, fue una consulta oportuna.

“Para muchos de nosotros en África que no hemos participado en una consulta para discutir sobre sexualidad humana, fue una reunión sin precedentes que sirve para fortalecer la comunión y para abrirse a diferentes perspectivas sobre la sexualidad humana”, dijo Ayete-Nyampong. “La consulta ofreció un espacio amigable y alentador para discutir temas sensibles sobre la sexualidad humana”.

A Robina Winbush, quien es miembro de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.), le pareció también que fue una consulta oportuna: “Fue una consulta muy importante para este momento de la historia de la CMIR y las iglesias miembro”.

Después de días de presentaciones, discusiones y deliberaciones, los participantes de la consulta hicieron seis compromisos buscando la voz y sabiduría de Dios en cuanto a la sexualidad humana:

  1. Comprometerse con la Biblia;
  2. Comprometerse a una participación teológica reformada crítica;
  3. Caminar juntos en búsqueda de la voz de Dios;
  4. Comprometerse a la hospitalidad radical a la que Jesús nos llamó;
  5. Comprometerse a un diálogo continuo sobre:
    1. respeto,
    2. amor,
    3. confianza,
    4. una variedad de voces incluyendo las más afectadas.
  6. Comprometerse a orar para y con el prójimo.

Al respecto, Winbush dijo: “Este es un primer paso muy importante, con algunos siguientes pasos ya claros y definidos. Los seis compromisos son un buen punto de partida para el trabajo futuro; es importante que la CMIR los respete”.

“En general, yo estoy muy contento de que hayamos coincidido en los seis compromisos”, dijo Ayete-Nyampong. “Desde mi perspectiva africana, los seis compromisos establecen las bases para diálogos futuros, reconociendo que todos estamos en comunión y que tenemos papeles diferentes por desempeñar para afianzar nuestra comunión, sin rechazar individuos que expresen diferentes opiniones o que tengan diferentes expresiones de sexualidad.”

“La consulta de Chennai debe ser reconocida como un proceso de avance que impactará positivamente nuestra comunión como una familia reformada. La consulta de Chennai ha dejado una marca positiva en nuestra historia ecuménica”, concluyó Ayete-Nyampong.

A continuación, el trabajo de la consulta será incorporado en el proceso de planeación estratégica actualmente en progreso. Se prevé que un nuevo plan estratégico sea adoptado por el Comité Ejecutivo de la CMIR, durante la reunión sostenida en mayo, y este orientará a la organización hasta la siguiente Asamblea General.