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Alrededor de 500 representantes religiosos participaron de la Conferencia Internacional sobre Religiones y Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La misma se celebró en la Ciudad del Vaticano a principios de marzo y se centró en cómo las religiones del mundo pueden colaborar en la implementación de los ODS.

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó en el año 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluía los ODS. Los 17 ODS interrelacionados – que abordan desafíos mundiales que incluyen la pobreza, la desigualdad, el clima, la degradación ambiental, la paz y la justicia – están destinados a ser un plan original para el desarrollo sostenible para todas las personas.

La conferencia, que tuvo una duración de dos días y que se organizó en torno a las «cinco P» de personas, prosperidad, planeta, paz y asociación, incluyó una audiencia con el Papa Francisco, quien describió el objetivo de la conferencia como «escuchar el grito de la tierra y de los pobres”. Las ponencias estuvieron a cargo del cardenal Peter Turkson (prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral), Martin Junge (secretario general de la Federación Luterana Mundial) y Michael Møller (director general de la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra), entre otros. Humberto y Francis

Este fue «un esfuerzo único para llamar la atención sobre la urgente necesidad de ayudar a las vidas de miles de millones de personas que viven en un mundo confrontado con el escándalo de desigualdades que aumentan y profundizan la pobreza, además de empeorar los efectos del cambio climático, que causan gran perjuicio a nuestra casa común «, remarcó Humberto Shikiya, quien asistió a la conferencia en nombre de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, CREAS y Act Alliance.

La conferencia destacó la necesidad de cooperación entre comunidades religiosas en áreas tan diversas como el cambio climático, la salud, la educación, la inclusión, la desigualdad y los cambios sociales, así como las consecuencias de la 4ª revolución industrial.

Matthew Ross, un ministro de la Iglesia de Escocia, asistió a la conferencia en su calidad de ejecutivo del programa del Consejo Mundial de Iglesias para la Diaconía y el Fortalecimiento de Capacidades.

«La urgencia de acciones necesarias para enfrentar el cambio climático está fuera de toda duda», dijo Ross. «El hecho que una gran mayoría de la población mundial pertenece a alguna tradición de fe, implica que las comunidades religiosas tienen una profunda responsabilidad de trabajar por el desarrollo humano y de combatir el cambio climático».

«Las diferentes religiones y espiritualidades deben unirse para la cooperación y para la acción desde un fundamento interreligioso y con base en un diálogo que promueva una nueva narrativa de esperanza, proclamando que otro mundo es posible», expresó Shikiya.

«Creo que la CMIR puede realizar un aporte único basada en la Confesión de Accra, particularmente en relación con su comprensión de la justicia económica, social, climática y de género», dijo Shikiya.

«Hay algunos enfoques complementarios y similitudes entre la Confesión de Accra y la carta encíclica Laudato Sí, que bien podrían enriquecer una alianza estratégica entre la CMIR y la Iglesia Católica Romana». «La Confesión de Accra es muy clara cuando llama a ‘trabajar junto con otras comuniones, la comunidad ecuménica, la comunidad de otras expresiones de fe, la sociedad civil y los movimientos populares que luchan por la justicia económica y la integridad de la creación, y apela a nuestras iglesias miembros a hacer lo mismo’, dijo Shikiya.»

(Se agradece la contribución del Consejo Mundial de Iglesias a este informe.)