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«Las personas migrantes fueron bienvenidas en ese lugar, así como Jesús hubiese sido bienvenido», dijo Manasseh Musa, un estudiante de la Escuela GEG, de Nigeria, mientras visitaba Casa Mambré, un centro para inmigrantes en la Ciudad de México.

«Nos ayudó a abrir los ojos el ver un espacio donde todas las personas tienen su sitio, un lugar para el alivio de todas las personas que enfrentan desafíos económicos y políticos, promoviendo la solidaridad unos con otros», dijo Musa.

El 20 de agosto, los y las participantes de la Escuela GEG fueron invitados a visitar diversos centros para personas indígenas (Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas A.C. (CENAMI)) y para personas migrantes (Casa Mambré), ambos en la Ciudad de México.

Estas visitas de contacto con la realidad ofrecieron conocimiento de primera mano sobre las injusticias económicas y políticas y los desafíos que enfrentan las comunidades indígenas y las personas migrantes en México, lo que posibilita a los y las estudiantes comprender mejor el contexto local en torno al cual se desarrolla la Escuela GEG.

Durante la visita a Casa Mambré, los y las participantes tuvieron ocasión de discernir cómo la migración responde a una variedad de factores económicos, sociopolíticos, culturales y ambientales. La visita proporcionó a los y las participantes una visión de los complejos procesos migratorios a grandes ciudades como la Ciudad de México.

Casa Mambré ha brindado servicios médicos, psicológicos y de asesoramiento a personas migrantes desde 2013. Los y las participantes de la Escuela GEG se reunieron con miembros de la comunidad migrante, los escucharon y conocieron las razones económicas y políticas que llevaron a su decisión de migrar.

«Estaba realmente intrigada por el culto que está teniendo lugar allí para la comunidad LGBTQ», dijo Alana Martin, una participante de Canadá. «Me hizo pensar en cuántas personas emigran a causa de su identidad de género. Las razones para migrar son muy variables, pero en ese espacio se ponía énfasis en su bienestar; nadie estaba allí para emitir juicio sobre las otras personas».

En el centro para los pueblos indígenas, los y las participantes se reunieron con José Luis Sánchez García, secretario de CENAMI, quien brindó información sobre la tarea cincuentenaria de la organización. Informó a los y las participantes de la Escuela GEG acerca del aumento de las dificultades económicas que enfrentan los pueblos indígenas en México, una de las poblaciones indígenas más grandes y diversas de América Latina.

«Un pozo petrolero vale hoy más que las vidas de las personas indígenas», dijo. «Para extraer petróleo, el gobierno simplemente desplazará a las comunidades indígenas. Buscamos ayudar a estas personas tratando de encontrar lagunas en las leyes existentes en el país».

La visita a CENAMI ofreció a los y las participantes un entendimiento de la historia de la comunidad indígena en México y cómo la colonización ha moldeado y definido su cultura actual y sus desafíos económicos.

«Si buscamos la economía de la vida, la importancia de que hayamos visitado CENAMI es sintonizar con las realidades de las que provienen nuestros hermanos y nuestras hermanas de diversos orígenes», dijo Pearce Robinson, participante del Reino Unido. «Es necesario adquirir esta experiencia personal, y sentarnos con las personas y descubrir cómo la injusticia económica les afecta y cómo podemos trabajar con ellos y ellas hacia una economía de la vida».

La Escuela GEG es una iniciativa conjunta del Consejo para la Misión Mundial, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y el Consejo Mundial de Iglesias.