Con el propósito de mejorar las competencias en materia de economía dentro de las iglesias, la segunda Escuela Ecuménica de Gobernanza, Economía y Gestión para una Economía de la Vida tuvo lugar del 21 de agosto al 1 de septiembre en Lusaka (Zambia).
Quince estudiantes de diferentes iglesias de todo el mundo se reunieron en el Centro Kingsley Mweenda del Consejo de Iglesias de Zambia, para participar en el programa de 10 días de duración.
La Escuela Ecuménica de Gobernanza, Economía y Gestión (GEM, por sus siglas en inglés) es una iniciativa conjunta del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) que forma parte del Plan de acción ecuménica para una nueva estructura financiera y económica internacional, que es, a su vez, una iniciativa conjunta del CMI, la CMIR, el Consejo para la Misión Mundial y la Federación Luterana Mundial.
El Rev. Chris Ferguson, Secretario General de la CMIR, explicó que el objetivo primordial de la Escuela GEM era promover el empoderamiento económico para generar cambios dentro del movimiento ecuménico.
“Estamos equipando a los jóvenes –y no tan jóvenes– líderes de iglesias de todo el mundo con los conocimiento que los ayudarán a dirigir el mundo en la dirección correcta. Para que todos, y no solo unos pocos, puedan tener una vida en abundancia”, dijo.
“La diversidad de iglesias y nacionalidades es muy importante y todos estos estudiantes representan la filosofía de la escuela de que es preciso implicar a todos en este camino para transformar el actual sistema económico opresivo e injusto”.
La Rev. Marceline Niwenshuti, de Rwanda, contó que se había matriculado en la Escuela GEM guiada por su convicción de que satisfacer las necesidades básicas de las personas era uno de los ejes centrales de la enseñanza cristiana. “Hay una brecha entre lo que ofrece la teología y las situaciones de la vida real, y por ello, participar en la Escuela GEM me aportará conocimientos que me ayudarán en mi ministerio”, dijo.
La Rev. Niwenshuti también señaló que la teología no contemplaba otros ámbitos, como el de la economía. Para ella, la Escuela GEM aborda esa brecha:
“Estoy contenta de estar aprendiendo economía y espero integrar ese conocimiento en mi labor como predicadora cuando vuelva a Rwanda. Implicaré además a otros ministros del evangelio y buscaremos las mejores formas de contribuir al desarrollo de la economía de África”, agregó.
Andreas Nielsen, de Dinamarca, dijo que se decidió a unirse a la Escuela GEM impulsado por su sólido compromiso con la justicia. “Desde hace muchos años me han interesado las cuestiones relacionadas con la justicia económica, pero no sabía de qué manera podía contribuir. Así que formar parte de esta escuela es una experiencia fantástica”, dijo.
El danés espera aplicar sus conocimientos creando un grupo de estudio en su país.
“Este grupo de estudio estará formado por periodistas, economistas, teólogos y políticos y se dedicará a buscar fórmulas para resolver las injusticias sociales y económicas”, contó.
“Ha sido un privilegio interactuar con diferentes personas de todo el mundo. Ahora entiendo la economía de una manera diferente. Utilizaré las experiencias que he vivido aquí en Zambia para provocar cambios en mi país a través de modelos económicos alternativos”, dijo Heekyung Cheong, de Corea del Sur.
Dos participantes estadounidenses, la Dra. Isabel Call, economista de formación, y el Sr. Nathan Hunt, recordaron las consecuencias de la crisis financiera mundial de 2008 y señalaron la creciente brecha entre ricos y pobres, incluso en su país. “Las formas alternativas de banca, como la banca pública, podrían ser un camino para salir adelante”, dijo Hunt.
El Dr. Martin Büscher, profesor de economía y ética económica en la Universidad Protestante de Wuppertal/Bethel en Alemania y decano de la Escuela GEM, dijo que otro objetivo fundamental de la escuela era desarrollar ideas para proyectos y estrategias transformadores.
Hizo hincapié en que el plan de estudios no solo estaba diseñado para desarrollar competencias en el pensamiento económico convencional, sino que “también combinaba las dimensiones teológicas con la economía, para que esta última pueda redundar en el bien común”.
La Escuela Ecuménica de Gobernanza, Economía y Gestión introduce contexto, pluralismo y transversalidad en la economía. “Los enfoques feministas y ecologistas ofrecen visiones alternativas de la economía y de lo que esta debe ser”, dijo Athena Peralta, secretaria ejecutiva del programa del CMI sobre Justicia Económica y Ecológica.