El “Jardín del Edén”, una granja ubicada a las afueras de Matanzas, Cuba, fue inspirada por la imagen bíblica del Génesis 2 que muestra al ser humano tanto como parte de la creación como administrador de la misma. Y es a través de la gracia de Dios, y de mucho trabajo humano a lo largo de la última década, que el Proyecto Demari, que incluye la granja, es ahora un importante centro para las iglesias y para la comunidad.
“Este es plan de Dios, dije, es misión de Dios y él abrirá puertas para que la Iglesia Presbiteriana lo logre”, dice la Rev. Ofelia Ortega Suárez.
Después de dirigir un huerto ecológico en el Seminario Teológico, Ortega comenzó a explorar diferentes maneras de promover esta idea para el beneficio de la comunidad. Finalmente, contactó a un granjero del lugar, también miembro de la Iglesia Presbiteriana-Reformada local, quien trabajaba cerca del Seminario.
“Recuerdo que cuando visité la granja, dije: ‘¡Dios mío! Esto es misión de Dios’. Era tan hermoso”, comenta Ortega. “Dije: ‘Trabajemos juntos, veamos qué podemos lograr, no solo para nuestro propio beneficio, no solo para tu familia, sino para las granjas alrededor nuestro’”.
Desde un inicio, el desarrollo de la infraestructura y del programa para el Proyecto Demari ha sido guiado por el compromiso con el medio ambiente, la ecología y el servicio comunitario basado en un entendimiento bíblico y teológico.
Al principio del proyecto se hizo evidente que el obtener agua suficiente representaba un reto y que era necesario un pozo para incrementar la productividad de la granja. Sin embargo, las autoridades municipales no pudieron conceder el permiso para hacerlo pues la zona no tenía suficiente agua. Algo debía hacerse para reducir la erosión. Finalmente, se decidió plantar árboles para contrarrestar la falta de agua. Se plantaron árboles de moringa y morella primero, que se usaron también para alimentar a los animales. Con el paso del tiempo, el permiso para cavar un pozo fue concedido.
De inmediato, los organizadores comenzaron a impartir talleres para enseñar a las personas cómo cuidar de sus tierras y el medio ambiente. Después la idea creció y la granja se convirtió en un centro de retiro para iglesias pequeñas y grupos comunitarios. Por unos cuantos años, el proyecto estuvo auspiciado por el Instituto Cristiano de Estudios de Género del Consejo de Iglesias en Cuba. Como resultado, se incluyeron talleres de género al programa de talleres para las granjeras y los granjeros.
Un tiempo después, la causa de Demari fue aceptada y apoyada por la Sesión de la Iglesia Presbiteriana-Reformada Central de Matanzas. En 2015, el proyecto se convirtió en la misión de esta iglesia.
A más de una década de trabajo, y con la ayuda de iglesias asociadas en América del Norte y el Fondo Reformado de Coparticipación, la granja es un proyecto y una misión importante para la iglesia, pues además se usa como centro de retiro y educativo.
Objetivo del proyecto
El Proyecto “Jardín del Edén” planea enriquecer la educación bíblica-diaconal de la iglesia al facilitar un laboratorio para desarrollar una pequeña producción agroecológica y ganadera, así como un huerto de hierbas, todo de la mano de la sostenibilidad ambiental.
Misión del proyecto
- Un centro de retiro y reuniones para grupos de la iglesia y comunitarios.
- Un centro para practicar y demostrar el uso responsable y sostenible de la tierra y de los recursos naturales desde un entendimiento bíblico-teológico de la ecología y la administración.
- Un centro educativo y de experimentación de prácticas ecológicas, así como de desarrollo familiar y comunitario basado en valores espirituales; de igual manera, apoyar a los vecinos para desarrollar cooperativas de producción de alimento y publicidad y compartir el conocimiento y los recursos.
Resultados
Hoy en día, el Proyecto Demari funciona como centro de retiro, centro educativo, y como granja, dando el ejemplo a las granjas que se encuentran en el área.
- La tierra está en mejores condiciones y continúa mejorando gracias a la diversidad de hierbas y árboles frutales que se ha plantado.
- La granja produce biogás.
- La leche que se produce en la granja es distribuida entre las familias y los niños de la comunidad.
- Hay agua suficiente para que los granjeros rieguen sus plantas.
- La granja Demari es un referente en la comunidad.
- El proyecto ha recibido premios por las iniciativas tomadas para cuidar la tierra.
- La calidad de vida de los granjeros ha mejorado.
- Los talleres en curso, impartidos por expertos en medio ambiente, ayudan a los granjeros, que en un inicio no tenían los conocimientos, a incrementar su productividad.
- Los talleres en curso sobre teología y género derivan en apoyo y empoderamiento de las mujeres, incrementando la participación femenina.
- Se construyó una cerca para proteger la tierra.
- La escuela primaria que se ubica cerca de la granja se beneficia del proyecto pues los alumnos aprenden, a través de este, sobre el medio ambiente y la administración.
El Proyecto Demari recibió ayuda económica del Fondo Reformado de Coparticipación de la CMIR. Las aplicaciones para recibir ayuda del Fondo Reformado de Coparticipación pueden ser enviadas en cualquier momento. Son especialmente bienvenidas las peticiones por parte de iglesias que no hayan aplicado con anterioridad. El monto de la ayuda económica está limitado a €25,000; para emergencias hasta €7,500. Para mayor información favor de consultar: wcrc.ch/es/mision/fondo-de-coparticipacion/ o escribir a: partnership.fund@wcrc.eu