Los preparativos hacia la Asamblea General de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR), a realizarse en 2025, se aceleraron a partir de una serie de reuniones celebradas en Hannover (Alemania) la semana pasada. Se trata de un paso importante en la definición de los contenidos que se debatirán y discernirán durante la 27ª Asamblea General, que tendrá lugar en Chiang Mai, Tailandia, del 14 al 23 de octubre de 2025.
Quienes coordinan los cinco grupos de trabajo que están desarrollando los documentos conceptuales compartieron los borradores para su discusión y perfeccionamiento. En torno a la amplia mesa de debate se encontraban las y los integrantes del Grupo Programático de Planificación Estratégica (GPPE) de la CMIR, quienes moderan los grupos de trabajo, referentes regionales y personal ejecutivo.
Los cinco documentos conceptuales que se debatieron fueron
- Comunión en un mundo alienado y reconectado
- Alianza por la justicia
- Hacer teología para la transformación
- Participar en la misión de Dios en contextos de crisis
- Relaciones ecuménicas e interreligiosas
«Este proceso incluye aportes cualitativos del Comité Ejecutivo de la CMIR, así como una diálogos a nivel de base que deberían enriquecerlos aún más, asegurando de este modo que las iglesias miembro y las partes interesadas en todos los niveles se unan para darle forma a lo que discutimos en la Asamblea General, lo que a su vez habrá de modelar el futuro de la Comunión», dijo Setri Nyomi, secretario general interino de la CMIR.
El grupo coincidió en que la teología debería ser el sustento de todas las ponencias, vinculada en el lema de la Asamblea General «Persevera en tu testimonio» y su texto bíblico base, Hebreos 12:1. Otras prioridades que deben ser consideradas incluyen el fortalecimiento de una comunión basada en las relaciones e integrada por personas inspiradas, la lectura de los signos de los tiempos y la respuesta a los mismos, y que la tarea de la Comunión y de sus iglesias miembro trascienda sus espacios físicos.
«El cristianismo está llamado a convertirse en un movimiento más allá de las estructuras eclesiásticas. A veces, las estructuras matan el espíritu del ecumenismo», afirmó la presidenta de la CMIR, Najla Kassab.
«Debemos liberar esta tarea del confinamiento de las instituciones», afirmó Rathnakara Sadananda. «Las luchas por la justicia económica y ecológica van mucho más allá de la naturaleza institucional de la Comunión».
«¿Qué haremos en el futuro para garantizar que esta tarea no quede solo en las salas de las juntas directivas y en el mundo académico, sino que llegue también en las iglesias?», se preguntó Lungile Mpetsheni.
«Juan Calvino es un refugiado que huye de la persecución, predicando a una congregación perseguida. Esta es la esencia de la teología reformada: el descubrimiento de la preocupación de Dios y de la fragilidad de Dios y cómo sigue hablándonos en los contextos interreligiosos y ecuménicos», manifestó Allan Boesak. «¿Qué implica la comunión cuando compartimos la Cena del Señor, y qué implica eso para la justicia?»
Dora Arce Valentín expresó que «en el Libro de los Hechos, la conexión entre el compromiso con la justicia y la comunión se daba al momento de partir el pan «.
«¿Cómo expresamos nuestra fe a partir de la evolución de nuestro mundo a nuestro alrededor?», se preguntó Roderick Hewitt. «Debemos reformar y reorientar nuestra prioridad de construcción de la paz para asimilarla con una relectura de la soberanía de Dios y el bienestar de toda la creación».
«La koinonía – la comunión – es más grande que la iglesia. Si una parte sufre, todas sufren. Es un compromiso más profundo que el mero compañerismo», afirmó Anna Case-Winters.
«Entonces, a la luz de las cuestiones planteadas, ¿cuál es la misión de Dios, la misión de la iglesia?», preguntó Neal Presa. «¿Cómo animamos la misión de la iglesia y del Dios de la vida?».
Luego de los fructíferos debates del 4 al 6 de abril, los documentos conceptuales serán revisados, examinados de nuevo por el GPPE y elevados al Comité Ejecutivo de la CMIR en su reunión de mayo para que haga sus propios aportes.
Finalmente, los documentos recibirán su redacción definitiva, se traducirán y se enviarán a las iglesias miembros de la CMIR, lo que dará tiempo suficiente para su análisis y debate, antes de que se presenten formalmente como parte de los temas a ser tratados en la Asamblea General de 2025.