Mientras los líderes mundiales se reúnen en Río de Janeiro los días 18 y 19 de noviembre para la Cumbre de Líderes del G20 , la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR), junto con el Consejo Mundial de Iglesias, la Federación Luterana Mundial, el Consejo Metodista Mundial y el Consejo para las Misiones Mundiales, ha publicado una carta conjunta pidiendo a los líderes del G20 -presidido este año por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva- que aboguen por reformas económicas y climáticas audaces en consonancia con el tema de la cumbre, «Construir un mundo justo y un planeta sostenible».
Las organizaciones religiosas, que representan a más de 600 millones de cristianos de todo el mundo, subrayan la urgente necesidad de una Nueva Arquitectura Financiera y Económica Internacional (NIFEA, por sus siglas en inglés) basada en la justicia económica, social y climática. En una carta conjunta a los líderes del G20, piden reformas sistémicas que vayan más allá de ajustes graduales. Las organizaciones instan a los líderes del G20 a tomar medidas decisivas para contrarrestar la extrema concentración de riqueza, frenar la influencia de los mercados especulativos y abordar las injusticias económicas que perpetúan la desigualdad y obstaculizan la acción por el clima.
Abordar la desigualdad y la injusticia económica
La carta conjunta subraya la grave desigualdad económica que afecta a miles de millones de personas, a medida que aumentan los costes de productos esenciales como la alimentación y la vivienda, mientras que la riqueza de los multimillonarios alcanza niveles sin precedentes. Desde 2020, las cinco personas más ricas han duplicado sus fortunas, mientras que casi 5.000 millones de personas sufren un agravamiento de la pobreza y la inseguridad alimentaria.
Para hacer frente a esta disparidad, la coalición apoya firmemente el impuesto sobre la riqueza de los multimillonarios propuesto por la Presidencia del G20. Esta medida está en consonancia con su campaña «Impuesto Zaqueo», una iniciativa ecuménica mundial que aboga por impuestos progresivos sobre la riqueza para reducir la desigualdad y ampliar la financiación de servicios sociales fundamentales. Los estudios sugieren que un impuesto sobre la riqueza de hasta el 5% sobre las fortunas multimillonarias podría generar 2,5 billones de dólares anuales, lo que permitiría la asistencia sanitaria universal y la protección social de miles de millones de personas necesitadas.
Propuestas para la acción climática y el desarrollo sostenible
Las organizaciones piden una acción inmediata en materia de financiación climática, destacando el impacto medioambiental desproporcionado de las personas más ricas. Dado que las emisiones anuales de cada multimillonario equivalen al parecer a 400.000 años de emisiones de un individuo medio, la coalición insta a los líderes del G20 a aplicar impuestos progresivos sobre el carbono y la contaminación. Estas medidas frenarían las emisiones de las empresas y los individuos ricos, financiarían la transición a la energía sostenible y apoyarían a las naciones vulnerables al clima que se enfrentan a unos costes anuales relacionados con el clima estimados entre 2,4 y 4,3 billones de dólares para 2030.
Además de los impuestos sobre el patrimonio y el carbono, la coalición propone un impuesto sobre las transacciones financieras de acciones, bonos, divisas y derivados para disuadir el comercio especulativo y generar recursos para la protección de los ecosistemas mundiales y la equidad social.
Apoyo a un marco de cooperación fiscal de las Naciones Unidas
Las organizaciones abogan además por una Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperación Fiscal Internacional de carácter vinculante para hacer frente a los flujos financieros ilícitos y la evasión fiscal por parte de las empresas multinacionales y los individuos ultra ricos. Este marco permitiría a los países en desarrollo construir economías resilientes y garantizar una financiación sostenible para iniciativas sociales y medioambientales.
Petición de compromisos climáticos en la COP29
Coincidiendo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP29), la coalición insta a los líderes del G20 a reforzar los compromisos globales existentes de reducción de emisiones y a garantizar una transición equitativa de los combustibles fósiles a las energías renovables accesibles para todos. Piden una mayor financiación para el clima, haciendo hincapié en las subvenciones en lugar de los préstamos para apoyar a las naciones más vulnerables a la crisis climática.
Un momento para forjar la historia
La carta conjunta concluye afirmando la oportunidad histórica de esta Cumbre del G20 para introducir cambios transformadores. Las decisiones que se tomen en Río de Janeiro, afirman las organizaciones, podrían allanar el camino hacia la reducción de la desigualdad, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y una acción climática significativa.
A medida que se acerca la cumbre, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y sus asociados rezan para que las deliberaciones del G20 en Río estén guiadas por la visión compartida de «Construir un mundo justo y un planeta sostenible».
Lea la carta oficial completa aquí. Traducciones realizadas por DeepL.