Justicia de género

La justicia de género no es sólo una preocupación de las mujeres, sino una cuestión que concierne a todas las personas. La justicia de género es un elemento fundamental para la iglesia y la sociedad.

La justicia de género incluye:

  • Relaciones justas y correctas
  • Respeto mutuo y responsabilidad
  • Respeto por la creación y el derecho de todas las personas a vivir la vida en toda su plenitud.

La justicia de género aborda:

  • Injusticia económica y de género
  • La violencia de género
  • Toda una serie de problemas sociales que tienen su origen en relaciones de poder desiguales.

La justicia de género pretende abordar y desmantelar el patriarcado, que controla el trabajo, la sexualidad y la fertilidad de las mujeres. El patriarcado también estereotipa y margina a los hombres, que han sido socializados en creencias y valores profundamente arraigados sobre cuáles deben ser sus papeles. El patriarcado define la masculinidad como muestra de valentía, virilidad, agresividad, dominación, competitividad y represión emocional.

A menudo se socializa a los hombres para que no hagan frente a sus emociones, miedos y vulnerabilidades. A los hombres les interesa cambiar estos estereotipos para ser mejores hijos, padres, hermanos, compañeros, amantes y seres humanos.

La justicia de género requiere que todos los géneros trabajen juntos en asociación.

La justicia de género es también parte integrante de nuestro crecimiento espiritual y debe realizarse en nuestra correcta relación con Dios. Las perspectivas de género nos invitan a examinar y desentrañar las relaciones de poder en toda la amplitud de las identidades de género, prestando especial atención a las personas en la intersección de género y raza, color, sexualidad, clase, discapacidad, pobreza y casta.

Política de justicia de género

En su compromiso con la justicia de género, la CMIR ha desarrollado una Política de Justicia de Género que parte de una visión de lo que Dios quiere que seamos y del propósito y los objetivos de esta nueva forma de ser. Basada en el respeto por el cuerpo, la política de justicia de género fomenta la salud y la integridad física, emocional y espiritual. Dios se regocija cuando celebramos la espiritualidad con santidad e integridad.

Esta Política se aplica a la CMIR y a su ejecutivo, personal y se recomienda a sus iglesias miembros. Sólo tendrá éxito si cada uno de nosotros asume la responsabilidad de su aplicación.

Declaración de fe sobre la ordenación de mujeres

En la Asamblea General de 2017 en Leipzig, Alemania, la CMIR adoptó una Declaración de Fe sobre la Ordenación de Mujeres, que comienza: «Dios, por medio del Espíritu Santo, llama tanto a mujeres como a hombres a participar plenamente en todos los ministerios de la iglesia.»

RECURSOS RELACIONADOS

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