En el cambio de milenio, el mundo se enfrentó a una crisis cuando la abrumadora carga de la deuda atrapó a las naciones más pobres en ciclos de pobreza. En respuesta, la campaña Jubileo 2000 surgió como un movimiento histórico, que pedía la cancelación de la deuda y se enraizaba en la visión bíblica del Jubileo. Este profundo acto de restablecimiento de la sociedad -en el que se perdonaron las deudas y se abordaron los desequilibrios sociales- unió a millones de personas en una demanda mundial de justicia, solidaridad y defensa impulsada por la fe. Con figuras como el Papa Juan Pablo II, Bono y Wangari Maathai apoyando la causa, la campaña consiguió aliviar la deuda de 35 países en más de 100.000 millones de dólares, dejando un legado perdurable de justicia mundial.
De cara a 2025, el llamamiento al Jubileo es más urgente que nunca. La Campaña del Jubileo del Papa Francisco, bajo el lema «Peregrinos de esperanza», se basa en el éxito del Jubileo 2000, pero lo adapta a las complejidades del mundo actual. La nueva campaña responde al aumento de la desigualdad, al cambio climático y a las secuelas de una pandemia mundial, haciendo hincapié en el poder transformador de la visión del Jubileo. Hace un llamamiento a las comunidades y organizaciones religiosas para que lideren la lucha por la justicia, la reconciliación y la responsabilidad ecológica.
El significado del Jubileo en los tiempos modernos
En su fundamento bíblico, el Jubileo -esbozado en el Levítico y el Deuteronomio- era un tiempo de liberación: deudas perdonadas, cautivos liberados y tierras devueltas a sus legítimos administradores. Levítico 25:10 dice: «Consagra el año cincuenta y proclama la libertad en toda la tierra para todos sus habitantes. Será un jubileo para vosotros; cada uno de vosotros volverá a su propiedad familiar y a su propio clan.» Esta práctica sagrada pretendía restablecer el equilibrio en la sociedad y ofrecer un reinicio divino, sanando a las comunidades fracturadas por la desigualdad y la explotación. Del mismo modo, Deuteronomio 15:1-2 instruye que cada siete años, «deberéis cancelar las deudas». Este mandato divino no era sólo para la restauración individual o familiar, sino para la transformación de la sociedad, garantizando la justicia, la equidad y la liberación para todos.
El Jubileo 2025 se inspira profundamente en estos principios, abordando las crisis interconectadas de la justicia, la ecología y la dignidad humana. Las organizaciones confesionales y los movimientos ecuménicos están a la vanguardia de este movimiento.
La Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR), que representa a más de 230 iglesias de 100 países, participa activamente en el llamamiento del Jubileo a un cambio sistémico. Con su larga defensa de la justicia, la CMIR está instando a sus iglesias miembros a participar en la restauración ecológica, desafiar la desigualdad y abogar por la transformación de las estructuras de poder mundiales. Como explica el Rev. Dr. Setri Nyomi, secretario general de la CMIR:
«A medida que se acerca el año jubilar 2025, nos acordamos de los muchos que cargan con las cadenas de la deuda. Gran parte de estas deudas son el resultado de las injustas estructuras y sistemas económicos actuales. En varios países, por la relación entre la deuda nacional y el PIB, incluso los bebés aún no nacidos deben miles de dólares o euros. El designio de Dios es que haya años de jubileo en los que liberar a las personas y a las comunidades de la carga de la deuda se convierta en un signo de participación en la justicia de Dios. Es mi oración que el impacto de la campaña del jubileo conduzca a la erradicación de la deuda, lo que proporcionará un lugar mejor para una vida significativa. El compromiso de la CMIR con NIFEA es una expresión de este compromiso», afirmó Nyomi.
Partiendo de esta visión, Athena Peralta, responsable del programa de Justicia Económica y Ecológica del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), destaca las implicaciones más amplias de la cancelación de la deuda: «La iniciativa ecuménica NIFEA se une a Cáritas y otras organizaciones para pedir un jubileo de la deuda para los países empobrecidos y vulnerables al clima. Es una injusticia que estos países se vean obligados a pagar sus deudas a expensas de la protección social, la salud y la educación de sus ciudadanos. Desde la perspectiva de NIFEA, la condonación de la deuda también tiene que ver con la reparación de la deuda histórica climática y colonial», afirmó Peralta.
Las palabras del Dr. Nyomi y de Peralta subrayan conjuntamente el imperativo teológico y moral de abordar estas arraigadas injusticias económicas. La CMIR considera el Jubileo como un camino hacia la renovación social y medioambiental, que pone de relieve la urgente necesidad de justicia ecológica, especialmente cuando el cambio climático afecta de forma desproporcionada a las comunidades vulnerables.
Lecciones del Jubileo 2000
El impacto del Jubileo 2000 sigue sirviendo de guía y fuente de inspiración para la campaña del Jubileo 2025. El movimiento anterior puso de manifiesto el poder de la movilización popular, la alfabetización económica y la acción colectiva. Con 21 millones de personas firmando la petición del Jubileo 2000 y acciones simbólicas como la cadena humana en la cumbre del G7 de 1998 en Birmingham, el Jubileo 2000 demostró que los ciudadanos de a pie podían tener un impacto global. Hoy reconocemos que muchas naciones a las que se les canceló la deuda han vuelto a endeudarse. También reconocemos que la deuda no es culpa de los deudores, sino que es un problema sistémico integrado en nuestro sistema económico actual, que se beneficia de la deuda. En la actualidad, el Jubileo 2025 pretende construir sobre el legado del año 2000, con la CMIR y otras comunidades religiosas pidiendo esfuerzos prácticos y colectivos para hacer frente a la injusticia climática, la explotación económica y la desigualdad sistémica.
La esperanza como compromiso activo
El espíritu del Jubileo es un llamamiento a la reforma sistémica y estructural de los sistemas económicos neoliberales, un sistema económico que no funciona para la mayoría del mundo. Es una llamada a la esperanza y a la perseverancia. El mensaje de Navidad 2024 de la CMIR subraya que la esperanza no es pasiva, sino que requiere una participación activa. «La historia de la Navidad nos inspira a perseverar a través de todos los desafíos, ofreciendo esperanza a aquellos que luchan y cuyo viaje a través de la injusticia parece largo y arduo». Este mensaje se alinea con la llamada bíblica al Jubileo, que insiste en la acción tangible para encarnar la justicia y la compasión en un mundo fracturado.
Jubileo 2025 invita a las comunidades religiosas a evaluar y cuestionar los sistemas que perpetúan la opresión. Ya sea a través de la explotación económica, la injusticia climática u otras formas de daño sistémico, la campaña exige una voz profética que abogue por los que han sido dejados atrás. El énfasis del Papa Francisco en ser «peregrinos de esperanza» subraya la necesidad de solidaridad mientras caminamos hacia un futuro marcado por la equidad, la reconciliación y la transformación.
Una llamada a la acción
A medida que avanzamos hacia el año 2025, la campaña Jubileo 2025 sirve como un toque de clarín para que todas las personas -comunidades religiosas, ciudadanos del mundo y responsables políticos- se unan bajo la bandera de la justicia y la renovación. El espíritu del Jubileo es algo más que un llamamiento a la cancelación de la deuda: es un llamamiento a restablecer la equidad, reconciliar las divisiones y proteger la Tierra. Al igual que el Jubileo 2000, esta nueva campaña pretende inspirar la acción colectiva, hacer frente a las injusticias mundiales y restablecer el equilibrio de poder.
En una época de creciente incertidumbre, el mensaje intemporal del Jubileo nos recuerda el potencial transformador de la acción impulsada por la fe. Nos desafía a imaginar un mundo restaurado y a trabajar incansablemente para hacer realidad esa visión. Al entrar en 2025, unámonos como «peregrinos de la esperanza», caminando hacia adelante con valentía, convicción y un profundo compromiso con la construcción de un mundo más justo y equitativo para todos.
Traducción realizada por DeepL