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El año del Jubileo está sobre nosotros. En 2025, abrazamos la visión bíblica de liberación, restauración y justicia mientras el movimiento global para la cancelación de la deuda alcanza un momento crítico. La Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) está a la vanguardia de este esfuerzo, abogando por reformas económicas urgentes para romper los ciclos de deuda y desigualdad que continúan oprimiendo a las naciones más pobres del mundo.

En el cambio de milenio, la campaña Jubileo 2000 movilizó a millones de personas, consiguiendo más de 100 000 millones de dólares en alivio de la deuda para 35 naciones. Sin embargo, más de dos décadas después, la carga de la deuda injusta sigue existiendo, obligando a los países vulnerables a desviar recursos de servicios esenciales como la sanidad, la educación y la resiliencia climática.

Ahora, en este año del Jubileo, el llamamiento a la transformación sistémica es más fuerte que nunca. La CMIR, en colaboración con el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Caritas Internationalis, Jubilee USA y el Movimiento de Asia y el Pacífico sobre Deuda y Desarrollo, está presionando para que se lleven a cabo reformas económicas audaces en el marco de la Nueva Arquitectura Financiera y Económica Internacional (NIFEA).

Inspirada en Levítico 25 y Romanos 5:5 («La esperanza no defrauda»), la campaña «Convertir la deuda en esperanza» es una iniciativa global impulsada por la fe que aboga por la cancelación y reestructuración inmediatas de la deuda injusta. Pide políticas económicas que den prioridad a la dignidad humana y al bienestar ecológico frente a los beneficios financieros, junto con un marco de deuda transparente bajo las Naciones Unidas para garantizar la equidad y la responsabilidad. Esta campaña busca desafiar los sistemas financieros explotadores, amplificar las voces de las comunidades afectadas e impulsar reformas económicas que fomenten la justicia, la equidad y la sostenibilidad tanto para las personas como para el planeta.

Philip Vinod Peacock, secretario ejecutivo de justicia y testimonio de la CMIR, enfatizó el imperativo teológico y moral de la justicia de la deuda, calificándola de cuestión fundamental de fe y equidad.

«La deuda injusta es una forma de opresión moderna que profundiza la desigualdad y despoja a las comunidades de su derecho a prosperar», dijo Peacock. «Como personas de fe, debemos trabajar juntos para desmantelar estos sistemas de explotación y abogar por una justicia económica basada en la dignidad y la equidad. La injusticia de la deuda no es solo una cuestión económica; es una cuestión de fe y justicia. Como iglesias reformadas, estamos llamados a defender la visión de Dios de equidad y compasión, asegurando que las estructuras financieras sirvan al bienestar de todos en lugar de perpetuar ciclos de pobreza y explotación».

El Jubileo 2025 se basa en el legado del movimiento Jubileo 2000, reconociendo que, si bien los esfuerzos anteriores de alivio de la deuda proporcionaron un alivio temporal, las estructuras económicas sistémicas continúan atrincherando a las naciones en ciclos de endeudamiento. Hoy, la CMIR y otras comunidades religiosas reafirman su compromiso con la transformación económica global, reconociendo que la justicia de la deuda es inseparable de la justicia climática, la explotación económica y la desigualdad sistémica.

Un llamado a la acción

Al dar la bienvenida a este año del Jubileo, la CMIR insta a sus iglesias miembros y socios a actuar de la siguiente manera:

  • Signing the petition at https://turndebtintohope.caritas.org.
  • Sharing the campaign across websites, newsletters, and social media.
  • Sharing testimonies—WCRC member churches are invited to highlight how debt injustice affects their communities.
  • Participating in advocacy events, including the IMF-World Bank Spring Meetings, the UN Climate COP30 in Brazil, and the G20 Summit in Johannesburg.

El Jubileo 2025 es más que un llamamiento a la cancelación de la deuda; es una visión profética de la justicia económica, la reconciliación y la responsabilidad ecológica. Al igual que el Jubileo 2000 unió a millones de personas en un llamamiento histórico a la justicia, esta nueva campaña pretende inspirar la acción colectiva, hacer frente a las injusticias mundiales y restablecer el equilibrio de poder. (Traducción realizada por DeepL)